sábado, 21 de febrero de 2015

CAPÍTULO 2

Víctor, Anira y Javier tuvieron que vivir una larga temporada juntos. En la casa de su madre solo tenían tres habitaciones: una para la madre, y dos más. La madre no cedió su habitación aunque con gusto lo habría hecho para dejarles una habitación a cada uno de sus hijos que lo estaban pasando tan mal. Pero no lo hizo porque tenía muchos dolores de espalda, y no le convenia dormir en el sofá o se pondría peor. Sus hijos eran perfectamente capaces de comprender eso, así que lo aceptaron sin más.
Tenían dos habitaciones y un sofá a repartir entre los tres. Nadie estaba dispuesto a sacrificarse y dormir siempre en el sofá así que tuvieron que ir turnandoselo. Siempre alguno intentaba cambiar de cama y asi que no le tocará nunca el sofá pero por eso establecieron equitativamente que dias tenían que dormir cada uno en cada sitio. A Matilde esto le pareció muy bien. Pensó que sus hijos se llevaban de maravilla, pero lo peor estaba aún por llegar.

Una vez pasado un mes de vivir todos juntos, parecía que habían conseguido adaptarse muy bien: Javi ayudaba con la compra, Anira ayudaba a  preparar las comidas y Víctor ayudaba a hacer las tareas domesticas. Pero (y ahí estaba el problema) Matilde apenas descansaba. Ella ayudaba a todos. Creia que esa era su responsabilidad. Y no se daba cuenta de que podia haber escogido hacer alguna otra tarea y ya que eran cuatro entre todos lo tendrían más o menos listo.

Poco a poco Matilde se fue poniendo cada vez peor de lo de su espalda y no había nada que le aliviara. Sus hijos la veían mal y querían ayudarle pero ella decía que solo necesitaba dormir algo y se le pasaria. Pero no descuidaba ayudarles en sus tareas. Los hijos no sabían que hacer pero tampoco se daban cuenta que si estaba mal de la espalda y reventada de trabajar no podía con más tareas. Ellos no intentaban impedir que les ayudará o al menos que trabajará menos en casa y descansará mas. No. No lo hacían. Sencillamente ellos lo veían como normal. Ya se habían acostumbrado.

Los vecinos al verla tan mal, ya hacía tiempo que le decían que no trabajará tanto que sus hijos podrían apañarselas sin su ayuda, que ya eran mayores. Pero ella no queria dejar de ayudarles, se sentia mal si descansaba media hora y al despertar veía a uno de sus hijos trabajando solo.

Además Matilde ahora también tenía que soportar las peleas de sus hijos. Víctor se lió con el novio de Anira y con la novia de Javi. ¿Que cómo se enteraron?
Javi venía de hacer la compra con su madre:
-Víctor, ¿estas en casa? Javi y yo ya hemos vuelto. Tu hermana sigue en casa de Miriam, volverá a la hora de la cena.
Víctor no contestó y pensaron que no estaba en casa. En realidad ni les había oído. Estaba ocupado con la novia de Javier.
Matilde entró al cuarto de Víctor para limpiarlo y se encontró con la sorpresa. Al ver el pastel cerró la puerta rápidamente y volvió al comedor. Estaba como petrificada. A Javi le extrañó que hiciera eso y que tuviese aquella cara. Sabía que pasaba algo y su madre estaba en estado de shock así que no podría contarle nada. Fue rápidamente al cuarto de Víctor y lo vió todo. Javi salió corriendo de ahí y ni siquiera se atrevió a decir palabra alguna ni a cerrar la puerta. Salió de casa y se fue a tomar el aire.

Víctor y la novia de Javi, Miranda, que ya se estaban vistiendo desde que la madre los pilló, seguían en ello cuando entró Javi, y entonces este ató cabos. Cuando Javi volvió, a la noche, a la vez que Anira, Víctor no estaba.



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