sábado, 21 de febrero de 2015

CAPÍTULO 4

Anira llega a casa llorando y desesperada. Matilde está trabajando, así que solo Javier está en casa. El tampoco se encuentra bien:

-Anira, ¿que te pasa? Si puede saberse. ¿Estás bien?
-No, no lo estoy. Y tu tampoco, a la vista está.
-No, yo tampoco me encuentro muy bien. Ahora mismo estoy flipando. Has visto a Víctor- dice con rabia y entre sollozos, ya es hora de que hablemos.
-A Víctor-dice ella con más rábia aun. ¡¡¡Victor me acaba de joder la vida!!!- dice gritando más que los verduleros en el mercadillo.
-¿Cómo? ¡¡¡¡¿Nuestro hermano te ha jodido la vida a ti también?!!!!
-Así que lo que te pasa a ti, también tiene que ver con él.
-Sií. Y mamá lo sabe también. Por eso me enteré yo.
-¿Cómo, cómo? ¿Mama te contó a ti lo que hizo Víctor?
-No, no. No fue así. Ella... ella y yo volviamos de comprar y tu... tu estabas visitando a Miriam. Y mamá saludo a Víctor y al no contestar el, pensamos que no estaba en casa, y... entonces mamá fue a su habitación porque quería aprovechar para limpiarla y...y... entonces vio..., entonces se encontró que Víctor... Víctor...
-Uiii!! Que... ¿que estás queriendo decirme?. No...no me digas que Víctor... que Víctor también... que... el también hizo eso.
-¿También? Osea que él...
-Sí.
-¡Maldito cabronazo! No tenía bastante con tirarse a dos de sus compañeros cuando trabajaba en la empresa de papá.
-¡No tenia suficiente! No tenia suficiente no, se ha tenido que acostar también con Edgar.
-¡¡¡¡Y con Miranda!!!! Maldita sea. Maldita sea. Maldita sea. Maldita sea.



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